Araceli y Lorenzo
El 14 de diciembre de 2015, en el Hotel Tryp de Zaragoza, volvió a celebrarse la Gala anual de la Federación Aragonesa de Baloncesto. Por segundo año consecutivo, Muscat Project contribuyó a esta fiesta de la canasta en nuestra tierra con la coordinación de dos premios que tributan a sendas figuras históricas.
Si hace doce meses fueron los familiares de Fernando Muscat, primer internacional aragonés, y los hermanos Moreno, enseñas del primer partido de baloncesto en Helios hace 80 años, en esta ocasión los premiados fueron los propios protagonistas: Araceli Herrero, pionera en loa década de los 30 entre las mujeres, y Lorenzo Alocén, campeón de Europa, olímpico y único aragonés que ha sido máximo anotador en Primera División. La FAB les entregó un bello trofeo y una camiseta de la selección aragonesa con su nombre. Pero lo material es minúsculo ante el sentimiento que palpitó en su alma. Al subir al estrado Araceli Herrero, de 91 años, la sala le ofreció una sonora ovación, la más larga y emotiva de la velada y de una vida. Otro histórico como Angel Anadón, fundador del Iberia fallecido recientemente, también fue recordado.
Araceli con su nieto y el Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza / Foto: FAB
Acierto sobresaliente. No hay otra forma de catalogar la decisión de la FAB de abrir esta ventana al pasado de nuestro deporte en este festivo cierre de temporada. Como pasó hace un año con Muscat, homenajear a alguien como Lorenzo Alocén, otro emigrado a Barcelona por su amor a los aros y a una mujer maravillosa, supone no llevar al olvido a alguien que triunfó bajo la bandera aragonesa en casa y luego fuera de ella por obligación. Los años en la diáspora no nos pueden equivocar con los orígenes de nuestros héroes y su estirpe cien por cien maña.
Si es entrañable ver a un señor de 1'90 mantener el buen humor y la templanza de campeón, contemplar la ilusión de Araceli encima del escenario nos lleva a una de esas imágenes que hacen enorme al baloncesto. Esta mujer, de las primeras en Zaragoza en lanzarse a una cancha, vivió uno de los instantes más emotivos de su dura vida. Rodeada de sus hijos y agarrada al brazo de su nieto Daniel, se resistió a abandonar la gala, pese a que las horas le indicaban que ya era el momento de volver a su casa. “La ovación que me han dado me ha recordado a la de mi último partido”, decía Araceli, mientras pedía una banqueta en la que sentarse.
Araceli se merecía esto y se merece más. Ella y todas aquellas que arrancaron un sueño que es ahora de miles, que fueron las primeras en Aragón en divertirse pasándose una esfera de cuero. Esa alegría mana en los recuerdos que esta mañica desenreda con minucioso detalle. Porque Araceli subió esos dos escalones agarrada del brazo de su nieto, pero llevando con ella a sus amigas de la Textil Aragonesa, a sus rivales del Tudor, de Casa Pina o Agreda Dutur, a las jovenzuelas del SEU o la Sección Femenina falangistas, a las muchachas de Helios, a Nelly Tomás, a Gabi Bonete, a la oscense Aracelí Otal, a la 'sportwoman' Clara Burguete, a todas esas heroínas que merecen un reconocimiento seguramente mayor y el respeto de todas aquellas niñas y mujeres que han jugado o juegan al baloncesto en Aragón sin saber esos nombres de aquellas que son sus abuelas deportivas.
Vídeo de la FAB dedicado a Araceli Herrero en la Gala del baloncesto aragonés 2015:
Vídeo de la FAB dedicado a Lorenzo Alocén en la Gala del baloncesto aragonés 2015:
En Muscat Project estamos orgullosos en contribuir de una forma minúscula para recuperar la memoria de nuestro baloncesto. Es un honor hacerlo además de la mano de una institución como la Federación Aragonesa y en particular de su actual directiva, tan cabal y bien organizada como la misma gala. Porque es esto, ver a Araceli y Lorenzo felices, reconocidos por los suyos, el mejor de los premios que podemos recibir después de tantas horas de trabajo de investigación, de descubrimientos y vueltas perdidas, de puertas cerradas y verdades intransigentes que perfilan una versión unidimensional de la historia, que merece ser amplificada y rescatada. Porque Araceli y Lorenzo se lo merecen todo.