El baloncesto

A través de su compañero de estudios José Guix, con quien entablaría una gran amistad, Fernando Muscat llegó al Laietà para practicar natación, pero enseguida quedó cautivado por la magia del baloncesto, un deporte que daba sus primeros pasos en Cataluña de la mano del Padre Millán.

Fernando Muscat fue uno de los pioneros del basket-ball en España, y una de sus primeras estrellas. Capitán de su equipo y de la Selección catalana, fraguó parte de la historia del baloncesto como jugador y también como entrenador del equipo femenino del Laietà.

Allí coincidiría con Encarna Hernández, «la niña del gancho», y con Carmen Sugrañes, otra pionera del deporte femenino en diversas disciplinas, con quien contraería matrimonio después de la guerra.

Sus vínculos familiares y afectivos seguían arraigados en Aragón, tierra a la que también regresó por motivos baloncestísticos.

Uno de sus principales logros fue el subcampeonato conquistado en el primer Eurobasket de la historia, celebrado en 1935 en Ginebra.