Ese día en Chamartín; cuando la roja fue de estreno

No era plan perderse un día de trabajo. O quizá ni hubo opción para ello. Porque en esa época no existía cabida para mitos del baloncesto. Ni permisos especiales para jugar un partido internacional. Tampoco circulaban trenes de alta velocidad ni autobuses que volasen por extensas autopistas. El puente aéreo era imaginario. Un viaje de Barcelona a Madrid era no solo de largo recorrido, también un farragoso y lento camino para un currante con responsabilidades en su oficina de Telefónica.

Fernando Muscat tuvo que renunciar a hacer historia, aunque se lo había ganado. Estaba convocado, pero se quedó sin hacer las maletas, "por motivos particulares", como publicó el Mundo Deportivo. Su nombre figuraba entre los elegidos para jugar ese 15 de abril de 1935 el primer partido oficial que disputó España como selección. El aragonés de Tobed tenía asegurada su plaza gracias a su actuación en el Circo Price pese a laderrota del combinado catalán. Su trayectoria en el Laietà, equipo que lideraba la clasificación del Campeonato regional en esa fecha con él como tercer máximo anotador, habían silenciado su no tan buena actuación ante Castilla como narraron las crónicas.


Sobre la hierba de Chamartín, en el campo de fútbol del Real Madrid, se instalaron unas canastas de madera. Portugal esperaba. Martins, Barbosa, López, Drogo y Da Costa formaban un quinteto que era recibido por el embajador luso en la estación madrileña de Delicias. No era territorio desconocido. Unos meses atrás, casi los mismos nombres nos habían visitado como selección lisboeta un duelo con la castellana ante 13.000 espectadores en la Plaza de Toros, justo en el mismo emplazamiento donde ahora se sitúa el Palacio de los Deportes. Quedaron 15-14 y todo apuntaba a otra dura batalla.


España alinearía en ese estreno a un elenco muy castizo fruto del experimento del Price. Los que estuvieron en Barcelona (Pedro Alonso, Rafael Ruano, Emilio Alonso y Cayetano Ortega) más el pequeño Rafael Martín en el banquillo, se insertarían en esa columna vertebral. De los catalanes solo viajaría Armando Maunier, junto al seleccionador Mariano Manent, que actuaría de árbitro, y el delegado Dupré. Fernando Font, que iba a sustituir a Muscat, no podría finalmente acudir al retrasarse el viaje en ferrocarril.

El acontecimiento no pasó de largo para la sociedad de la época. En las gradas de Chamartín se situaron tres ministros estatales y el secretario de la Presidencia española, el señor Sánchez Guerra. Completó el espectáculo un festival gimnástico de la Sociedad Gimnástica Española, una exhibición de pirámides humanas a cargo de los bomberos y un partido entre dos combinados militares, los catalanes de Intendencia y los madrileños del Regimiento 31, ambos conjuntos de las primeras divisiones regionales reforzados con elementos de otras divisiones. Los visitantes doblegaron con facilidad a su rival por 13-34.


Fue el aperitivo del plato fuerte. Los aplausos resonaron cuando ambos equipos se alinearon en el centro del campo para escuchar el 'serrablés' Himno de Riego. El día anterior se había festejado el cuarto aniversario de la proclamación de la II República y el evento deportivo entraba dentro de las celebraciones. La 'Roja' no quiso defraudar a sus aficionados y elevó la fiesta con una victoria contundente. El ritmo de juego español, desarrollado desde el dominio y la combinación pausada de pases del estilo castellano, vapuleó a los vecinos portugueses. En el descanso la desventaja era evidente (16-6) y ni la rudeza rival aminoró el poderío de los españoles (33-12). El centro Cayetano Ortega y el defensa Armando Maunier fueron proclamados por la prensa como los mejores jugadores del partido.


Esta actuación, dadas además las bajas de Muscat y Carbonell, desataron el entusiasmo de la Federación Española de Baloncesto. Pocas fechas después se confirmaría la inscripción del combinado nacional en el Europeo inaugural que se jugará en Ginebra dos semanas después. El partido de Portugal, como se ha escrito, no fue una eliminatoria para decidir una plaza en esta competición, pero sí una prueba de fuego para decidir si España estaba capacitada para dar el salto a otro panorama. Un salto del que no se escaparía Fernando Muscat.


Vídeo: los protagonistas hablan de aquel primer partido contra Portugal en el primer programa de "Chócala!!!" de TVE, conducido por Pedro Barthe: