El primer hombre de azul

Nicolás Cotchicó está considerado como el 'padre' del baloncesto en Aragón. Gracias a su permanencia en Zaragoza como estudiante universitario y su afición a los deportes, este venezolano nacido en 1910 enseñó a los socios de Helios esa nueva modalidad que hace tiempo ya se jugaba en Estados Unidos y en España, oficialmente, doce años atrás: el baloncesto. La irrupción del suramericano en el club de orillas del Ebro fue decisiva para la organización de los primeros torneos sociales y posteriormente del primer equipo organizado de la institución del que fue jugador y entrenador.

Fotografía del libro del 75 Aniversario del C.N. Helios

Su hija Alicia, una importante psiquiatra de Vitoria, recuerda que su padre hablaba poco de esa etapa de su vida, pero sí lo hacía con gran ilusión, sobre todo, de sus 'colegas' heliófilos. Las amistades que granjeó en Zaragoza las conservó durante toda su vida, así como el sentimiento de cercanía con el centro naturista que fundó Leoncio Labay. Este apego lo recordaba el historiador Luis Rasal en un homenaje póstumo: fue él quien ayudó a esparcir las cenizas de Cotchicó en el Ebro frente a la institución el día 2 de enero de 1986.


Cotchicó era un deportista nato. El baloncesto era una de sus aficiones, pero tenía otras. Incluso llegó a ser internacional venezolano jugando al fútbol. También era amante de la velocidad y de los coches. Pero los estudios mandaban y fue enviado a la Madre Patria, como muchos hijos de adinerados 'indianos' en las décadas iniciales del Siglo XX. El venezolano recayó en Zaragoza para cursar Medicina, carrera que no terminó para luego probar con Química. En su estancia, con la intención de poder practicar alguna actividad física, contactó con Helios y se hizo socio. Ahí arrancó un vínculo del que germinó que en el verano de 1933 se construyera la primera pista de basket y que poco después se celebrara el primer torneo de baloncesto en Helios. Los equipos que disputaron ese torneo social fueron el Unión, el Saluki, el Zeñor y Thagaichu. Obviamente, venció el Unión de Cotchicó. También sería el capitán del conjunto que se enfrentó con los soldados del Regimiento 22, considerado el primer partido de Helios como equipo de baloncesto.

Cotchicó permaneció en Zaragoza hasta mediados de 1935 cuando se desplazó a Madrid para finalizar sus estudios. Allí formó parte de uno de los equipos más potentes de esa época, el América, constituido por jóvenes suramericanos residentes en la capital española. En esa escuadra militó Rafael Martín, salvadoreño que sería el mejor jugador del primer Campeonato de Europa celebrado en 1935. La estela de Cotchicó en Helios la recogieron otros como los hermanos Moreno, del Val, Nuez, Chausson, Chicot... y detrás todas las generaciones que han posado con la camiseta azulona. Pero él fue el primero.